La Trinidad es una doctrina fundamental del cristianismo que enseña que Dios está compuesto por tres seres distintos: Dios el Padre, Jesucristo el Hijo y el Espíritu Santo. Aunque estos tres miembros son seres individuales con funciones diferentes, están unidos en propósito. Su unidad se manifiesta en la ejecución del Plan de Salvación establecido por Dios el Padre.
Las Escrituras ofrecen diversas referencias que ayudan a comprender esta doctrina. En Mateo 3:16–17 se observa a los tres miembros en acción durante el bautismo de Jesús. Juan 14:16 muestra a Cristo hablando del Espíritu Santo como otro Consolador. En Hechos 7:55–56, Esteban ve a Jesús a la diestra de Dios. De forma similar, en 3 Nefi 11:4–11 se relata la manifestación del Salvador en el continente americano, y en José Smith—Historia 1:17 se describe una visión en la que el Padre y el Hijo se presentan como dos seres distintos. El primer Artículo de Fe establece que hay tres miembros en la Trinidad.
Otras escrituras como Lucas 24:39, Juan 1:14 y Doctrina y Convenios 130:22 explican que el Padre y el Hijo poseen cuerpos físicos, mientras que el Espíritu Santo es un personaje de espíritu. Por otro lado, versículos como Juan 17:21, 1 Juan 5:7, Alma 11:44 y Doctrina y Convenios 20:28 destacan su perfecta unidad.
En cuanto a la historia del término, se atribuye a Tertuliano en el año 215 d. C., quien utilizó la palabra latina Trinitas para describir a los tres como uno en sustancia. Anteriormente, Teófilo de Antioquía empleó el término griego Trias. La definición trinitaria fue formalmente adoptada en el Concilio de Nicea en 325, donde se declaró que el Hijo es de la misma sustancia que el Padre (homoousion). Esta declaración fue confirmada posteriormente en el Concilio de Constantinopla en 381.
La Biblia contiene fórmulas que hacen referencia a los tres miembros. Mateo 28:19 establece el bautismo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En 2 Corintios 13:14, el apóstol Pablo menciona la gracia del Hijo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu. En 1 Juan 5:7, se afirma que los tres dan testimonio en el cielo y que son uno.
Estas enseñanzas y pasajes proporcionan una base doctrinal para entender la Trinidad y su papel en la vida de los creyentes.