Enrique Michel, reconocido empresario y líder de la fábrica de mazapanes La Rosa, compartió su visión sobre el modelo de negocio que ha impulsado el crecimiento de su empresa, destacando su compromiso con la comunidad y el bienestar de las familias que se han involucrado en el proceso.
“Familias enteras viven revendiendo mazapanes en las esquinas. Por eso creamos un modelo de negocio para reducir costos y que todos ganemos algo, tanto las personas que venden mazapanes como nosotros”, expresó Michel. El empresario subrayó la importancia de ofrecer una oportunidad a aquellos que, a través de la reventa, logran llevar sustento a sus hogares.
Ver a las personas en sus puestos de trabajo o a los señores en la calle revendiendo productos de la empresa es algo que “llena el alma” de Michel. “Es un esfuerzo que, más allá de lo comercial, tiene un impacto directo en las familias”, comentó.
En cuanto a su legado familiar, Michel reflexionó sobre lo que significaría para él poder hablar con su padre, quien fue una figura clave en el inicio de la empresa. “Si pudiera hablar con alguien en este momento, esté vivo o no, sería con mi papá. Le preguntaría cómo se siente al ver todo lo que hemos logrado en la fábrica, con más de 7,000 trabajadores, con buenas prestaciones y una vida digna, generando millones de mazapanes diarios. Estoy seguro de que estaría orgulloso de ver a toda su familia unida en este negocio”, dijo.
Hoy en día, La Rosa se ha consolidado como un referente en la industria, con un impacto positivo en la comunidad y una visión enfocada en el bienestar tanto de sus empleados como de los revendedores que forman parte de su cadena de distribución.
