Rachel Zegler se ha convertido en una figura central del debate público tras el estreno de la nueva versión en acción real de Blancanieves. La actriz, de 23 años, ha sido señalada como responsable del bajo rendimiento en taquilla del filme, mientras otros consideran que ha sido víctima de ataques desproporcionados.
Desde mucho antes del lanzamiento de la película, Zegler fue foco de críticas por su elección como protagonista. Su ascendencia latina generó rechazo en ciertos sectores, quienes señalaron una supuesta incongruencia con la descripción clásica del personaje. A esto se sumaron sus declaraciones sobre la versión original del cuento, a la que calificó de “anticuada” y criticó por representar una narrativa centrada en un romance forzado.
Durante la promoción del largometraje, Zegler expresó sus opiniones sobre temas políticos y sociales, entre ellas, un mensaje en redes sociales relacionado con el conflicto en Palestina y sus posturas tras las elecciones presidenciales estadounidenses. Estas declaraciones intensificaron la reacción negativa en su contra.
Jonah Platt, hijo del productor de la película, publicó un mensaje en el que acusó a Zegler de dañar la campaña de promoción al mezclar sus opiniones personales con el marketing del filme. El mensaje fue posteriormente eliminado, pero capturas del mismo fueron replicadas por diversos medios.
Críticos de cine han señalado que Zegler representa un caso más en el fenómeno de ataques dirigidos a figuras jóvenes y de minorías en el mundo del espectáculo. Se ha argumentado que su participación en debates políticos, lejos de ser aislada, se enmarca dentro de una cultura de polarización creciente.
A pesar de la controversia, la actriz continúa desarrollando su carrera. Está confirmada para protagonizar una nueva producción en el West End londinense y recientemente participó en un programa infantil como narradora.
La industria cinematográfica se encuentra en un momento de tensión donde temas como la representación, la libertad de expresión y la presión mediática se entrecruzan. Rachel Zegler permanece en el centro de una discusión que va más allá del cine.