Las autoridades de Georgia desestimaron de manera definitiva la causa penal contra Donald J. Trump por presunta interferencia en las elecciones de 2020. La decisión fue tomada por el fiscal especial Pete Skandalakis, quien presentó una moción de “nolle prosequi”, con la que se renuncia a continuar el proceso.
El caso había iniciado en 2023, cuando un gran jurado acusó a Trump y a otros 18 implicados bajo la ley estatal contra organizaciones delictivas, argumentando que existió un plan para revertir los resultados electorales en Georgia. La acusación incluía acciones relacionadas con la certificación de electores y el intento de acceder a información de máquinas de votación.
La fiscal original del caso, Fani Willis, fue removida después de que una corte determinara que su participación generaba un posible conflicto de interés. El Consejo de Fiscales del estado no logró nombrar a un reemplazo, por lo que Skandalakis asumió la revisión del expediente.
Tras analizar la documentación del caso, el fiscal concluyó que no existía un fundamento suficiente para llevarlo a juicio y afirmó que continuar con el proceso no serviría a los intereses de la justicia. El juez Scott McAfee aprobó la solicitud y ordenó el cierre total del expediente. Con esta decisión, queda archivada la última causa estatal abierta contra Trump relacionada con las elecciones de 2020.
