La empresa DINA, en colaboración con Megaflux, ensambla Taruk, el primer autobús eléctrico 100% diseñado y fabricado en México. Este vehículo, cuyo nombre significa “correcaminos” en lengua yaqui, representa un avance significativo en la industria de la electromovilidad nacional, combinando tecnología propia y sostenibilidad para transformar el transporte público
Taruk es un minibús de 9.5 metros de longitud, con capacidad para transportar entre 60 y 69 pasajeros, de los cuales hasta 30 pueden ir sentados. Su sistema de propulsión eléctrica ofrece una autonomía de 200 a 350 kilómetros por carga, dependiendo de las condiciones, y requiere entre 2 y 4 horas para recargarse completamente. Con un 70-75% de componentes nacionales, incluyendo el motor eléctrico producido por Megaflux en Iztapalapa, Ciudad de México, y el chasis y carrocería ensamblados por DINA en Ciudad Sahagún, Hidalgo, Taruk lleva el distintivo “Hecho en México”.
El proyecto es fruto de una alianza entre el sector público, privado y la academia. Instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) han trabajado junto a Megaflux y DINA. La iniciativa, impulsada desde 2021 por el gobierno de Claudia Sheinbaum, busca reducir la dependencia de importaciones y fortalecer la industria nacional, en línea con el Plan México.
Taruk ya opera en pruebas en la Ruta 46 de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) en la Ciudad de México y en el Estado de México. Las primeras 320 unidades se destinarán a Ensenada, Baja California, con planes de expandirse a 67 ciudades intermedias del país. Además, autoridades de Los Ángeles, California, han mostrado interés en adquirir entre 10,000 y 20,000 unidades en los próximos dos años, destacando su tecnología avanzada y conectividad a la nube para monitoreo en tiempo real.
La producción de Taruk genera empleos de alto valor y promueve el desarrollo económico local, con un estimado de cinco veces más valor y ocho veces más empleos que un autobús importado. Roberto Gottfried, director de Megaflux, señaló que la empresa planea escalar la producción a 6,000 unidades anuales para satisfacer la demanda nacional e internacional, posicionando a México como un actor clave en la electromovilidad global