El ministro principal de Escocia, John Swinney, se reunió con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el complejo Trump International Golf Links en Balmedie, al norte de Aberdeen, para solicitar la exención del arancel del 10% que grava las exportaciones de whisky escocés al mercado estadounidense. Swinney destacó la “identidad única” del whisky escocés, subrayando que “no puede producirse en ninguna otra parte del mundo” debido a su origen geográfico protegido.
La reunión, que duró aproximadamente 20 minutos y fue descrita como “cordial y constructiva” por fuentes del Gobierno escocés, también abordó la crisis humanitaria en Gaza, donde Swinney instó a Trump a facilitar un alto el fuego.
El presidente estadounidense se mostró abierto a continuar las negociaciones sobre el whisky y sugirió al ministro escocés coordinar un seguimiento con el embajador estadounidense en Londres, Warren A. Stephens.Según la Scotch Whisky Association, el whisky escocés representa una cuarta parte de las exportaciones alimentarias del Reino Unido, y los aranceles actuales generan un costo semanal estimado de 4 millones de libras (más de 5 millones de dólares) para la industria.
La visita de Trump a Escocia, de carácter semiprivado, combinó encuentros políticos con actividades en sus campos de golf, bajo un dispositivo de seguridad que movilizó a unos 5,000 agentes.