El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su solicitud al Departamento de Guerra para llevar a cabo pruebas de armas nucleares con el argumento de mantener condiciones equiparables a las de otras potencias.
Trump señaló que considera necesarias estas acciones debido a que Rusia y China poseen los arsenales nucleares más grandes después de Estados Unidos. El 29 de octubre había emitido una orden al Pentágono para avanzar en este tipo de pruebas, justificándolas bajo los mismos planteamientos.
El secretario de Energía, Chris Wright, aclaró en una entrevista que la instrucción no incluye pruebas explosivas por el momento. Precisó que se trata de “pruebas de sistema”, en respuesta a las críticas generadas por el anuncio.
Tras las declaraciones de Trump, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, instruyó a funcionarios de su gobierno a presentar propuestas para una posible reanudación de pruebas nucleares en territorio ruso.
De acuerdo con el Panel Internacional sobre Materiales Fisionables, Estados Unidos cuenta con alrededor de 5,500 ojivas nucleares operativas, mientras que Rusia posee aproximadamente 1,718 y China entre 400 y 500. Trump ha señalado estas cifras para sostener que las pruebas son necesarias para mantener la paridad estratégica y reforzar la política de disuasión frente a otras potencias.
