El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha causado revuelo con su reciente designación de Ronald Johnson como el próximo embajador de EU en México. Este nombramiento representa un cambio notable en las relaciones bilaterales entre ambos países, Su carrera abarca décadas de servicio en diferentes ramas del gobierno de los Estados Unidos.
Comenzó su servicio al país en el ejército de los Estados Unidos, destacándose como miembro de las reconocidas fuerzas especiales, también conocidas como los “boinas verdes”. Su dedicación y habilidades lo llevaron al rango de coronel antes de su retiro en 1998, con mas de 30 años en servicio Después de su retiro militar, Johnson continuó en el servicio público. Se unió a la Agencia Central de Inteligencia, donde aprovecharon su experiencia militar.
La nominación de Johnson como embajador en México no es su primera experiencia diplomática en América Latina. Entre 2019 y 2021, durante la primera administración de Trump, se desempeñó como embajador de Estados Unidos en el Salvador. Durante su tiempo en El Salvador, Johnson colaboró de cerca con las autoridades locales en asuntos clave, como la disminución de la criminalidad violenta y el control de la migración ilegal.
El presidente Trump ha señalado claramente que espera que su nuevo embajador trabaje de manera estrecha con el nominado a Secretario de Estado, Marco Rubio, para llevar a cabo políticas que prioricen su lema de campaña “América Primero”. Ya que alguna de sus prioridades, Combate al narcotráfico, especialmente el fentanilo, Control de la migración ilegal, Fortalecer la seguridad en la frontera.
La nominación de Ronald Johnson ha provocado diversas reacciones a ambos lados de la frontera. Su experiencia en temas de seguridad e inteligencia apunta a un enfoque más enfocado en estos aspectos de la relación bilateral.