Donald Trump ha delineado un plan para enfrentar a los cárteles de la droga mexicanos, planteando una “operación especial” que involucra la intervención de fuerzas armadas de Estados Unidos. Tim Kennedy, ex combatiente de guerras en Irak y Afganistán y cercano a Trump en los últimos ocho años, afirmó que la administración entrante del expresidente tiene la intención de declarar a los cárteles y sus cómplices como “terroristas”. Esta declaración se acompañaría de una serie de medidas militares, diplomáticas y económicas para desmantelar las organizaciones criminales que operan en México.
En una reciente intervención en Texas, Kennedy explicó que Trump, al asumir nuevamente la presidencia, implementará un enfoque mucho más agresivo hacia los cárteles mexicanos. Según Kennedy, el gobierno estadounidense ha actuado “muy tranquilamente” en el pasado, pero esos días están llegando a su fin. “Vamos a quitarnos los guantes”, aseguró Kennedy, refiriéndose a la postura más firme que adoptará Estados Unidos frente a los cárteles. Además, destacó que, a partir de los primeros días de la presidencia de Trump, se formarán comités y operaciones especiales para hacer frente al narcotráfico.
Kennedy, quien fue parte de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos, explicó que el plan se enfocará en erradicar tanto a las organizaciones que trafican drogas hacia EE.UU. como a aquellos que colaboran con ellas, incluidos funcionarios corruptos en México. En este contexto, mencionó ejemplos como el caso de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública de México, quien fue condenado por narcotráfico en Nueva York.
La propuesta de Trump también incluye la implementación de políticas que podrían afectar la relación bilateral con México. En ese sentido, el embajador de EE.UU. en México, Ken Salazar, recientemente criticó la estrategia de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, asegurando que la violencia y la inseguridad en el país vecino han aumentado considerablemente. Salazar se sumó a las voces que cuestionan la efectividad de la estrategia de “abrazos y no balazos” del presidente mexicano.
A la luz de estos comentarios, se intensifica el debate sobre si la intervención militar en México es una medida viable o simplemente una declaración política. Sin embargo, Kennedy dejó claro que, bajo el liderazgo de Trump, se tomará acción directa contra los cárteles sin importar la naturaleza de las relaciones diplomáticas o la soberanía mexicana.
“Si alguien está violando la ley, debe rendir cuentas”, afirmó Kennedy, refiriéndose a las autoridades mexicanas que pudieran estar involucradas en el crimen organizado. Además, expresó que no se permitirá que los gobiernos de otros países, incluidos México, violen las leyes de EE.UU.
El futuro de la cooperación entre ambos países en temas de seguridad parece estar en una encrucijada, con un endurecimiento de la postura estadounidense frente a los cárteles mexicanos y la corrupción dentro de las instituciones mexicanas.
