La Comisión Europea impuso el viernes una sanción de 120 millones de euros (equivalentes a 140 millones de dólares) a X, la plataforma de redes sociales propiedad de Elon Musk, por violaciones a la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea. Esta medida representa la primera decisión de incumplimiento bajo la legislación, que entró en vigor en 2023 y busca aumentar la responsabilidad de las plataformas en la moderación de contenidos ilegales y dañinos.
La investigación, iniciada hace dos años, identificó tres incumplimientos principales: el diseño engañoso del check azul para cuentas verificadas, que induce a error sobre la autenticidad de los usuarios; la falta de transparencia en el repositorio de publicidad, donde no se detalla cómo se determinan los anuncios dirigidos; y la denegación de acceso a datos públicos para investigadores, lo que limita el escrutinio de prácticas en la plataforma. La multa se desglosa en 45 millones por el check azul, 40 millones por el acceso a datos y 35 millones por el repositorio publicitario, un monto que queda por debajo del 6% del ingreso global anual de X, el límite máximo establecido por la DSA.
Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para la soberanía tecnológica, la seguridad y la democracia, describió la sanción como proporcional, basada en la naturaleza de las infracciones, el número de usuarios afectados en la UE y la duración de los incumplimientos. En una conferencia de prensa, Virkkunen enfatizó que la DSA no busca censurar contenidos, sino garantizar la transparencia y proteger los derechos de los usuarios. Indicó que futuras decisiones sobre violaciones similares se resolverán en plazos más cortos que los dos años del caso de X, y que la Comisión no persigue multas máximas, sino el cumplimiento normativo.
X cuenta con un plazo de 60 a 90 días hábiles para implementar correcciones, dependiendo de cada infracción, antes de que se evalúe el cumplimiento. La plataforma no ha emitido una respuesta inmediata a solicitudes de comentarios, aunque investigaciones previas de la Comisión en diciembre de 2023 ya señalaban preocupaciones por la diseminación de contenidos ilegales y manipulación de información en X, un proceso que continúa abierto.
La decisión ha generado reacciones desde Estados Unidos, donde la administración Trump ha criticado regulaciones digitales europeas por considerarlas dirigidas contra empresas estadounidenses. El vicepresidente JD Vance publicó en X el jueves: “Rumores indican que la Comisión Europea multará a X con cientos de millones de dólares por no censurar. La UE debería apoyar la libertad de expresión en lugar de atacar a compañías estadounidenses por tonterías”. La Comisión respondió que sus leyes no distinguen por nacionalidad y defienden estándares digitales y democráticos globales.
Otros funcionarios estadounidenses, como el secretario de Estado Marco Rubio y el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones Brendan Carr, denunciaron la multa como un ataque a plataformas tecnológicas de EE.UU. Rubio la calificó de “ataque no solo a X, sino a todas las plataformas estadounidenses y al pueblo americano por gobiernos extranjeros”. Carr añadió en X que la sanción refleja un castigo a una empresa exitosa por su éxito.
En paralelo, la Comisión cerró un caso separado contra TikTok, propiedad de ByteDance, al aceptar compromisos para mejorar la transparencia en su biblioteca de anuncios, evitando una multa. Sin embargo, persisten investigaciones sobre TikTok por su diseño algorítmico y protección infantil, y sobre X por moderación de contenidos ilegales. En octubre, Meta y TikTok enfrentaron cargos por obligaciones de transparencia, mientras que la plataforma china Temu fue acusada de fallos en la prevención de ventas ilegales.
La DSA forma parte de un esfuerzo más amplio de la UE para regular gigantes tecnológicos, con multas previas como los 1.200 millones de euros a Meta en 2023 por transferencias de datos. Analistas estiman que esta sanción podría derivar en litigios de X, similar a disputas pasadas, y tensionar relaciones transatlánticas en materia digital. La Comisión mantiene que sus normas sirven como referencia mundial para equilibrar innovación y protección al usuario.
