En un giro inesperado, Ucrania ha solicitado al Gobierno de México que, en caso de que el presidente ruso Vladimir Putin asista a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, lo detenga y lo entregue a la Corte Penal Internacional (CPI). Esta petición surge tras conocerse que Putin, quien enfrenta cargos internacionales por crímenes de guerra, ha sido invitado al evento programado para el 1 de octubre. La embajada de Ucrania en México ha subrayado que la invitación fue extendida a varios líderes mundiales, incluyendo al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, pero recalca que la presencia de Putin sería inaceptable.
La acusación principal contra Putin proviene de la supuesta implicación en el secuestro y traslado forzoso de niños ucranianos a Rusia, un crimen que la CPI persigue activamente. Ante esta situación, Ucrania espera que México, al reconocer la jurisdicción de la CPI, cumpla con la orden de arresto en caso de que el mandatario ruso pise suelo mexicano.
Estados Unidos también ha expresado su preocupación, señalando que la participación de un autócrata en un evento tan significativo para México podría empañar la celebración de la democracia. Mientras tanto, Claudia Sheinbaum ha confirmado que Ecuador y Perú no fueron invitados al evento, alineándose con la política exterior actual de México. La posible asistencia de Putin ha generado un debate sobre los desafíos diplomáticos que enfrenta México en este contexto internacional.
