Un artículo publicado el dia de hoy, analiza el papel de los videojuegos más allá del entretenimiento, presentándolos como plataformas que pueden ofrecer “lecciones profundas” para diseñadores, educadores e innovadores en diversos campos. El texto destaca que reducir los videojuegos a mera “gamificación” es decir, puntos, puntuaciones altas o rankings subestima su potencial. En su intervención, el diseñador experimentado Lee Schuneman señaló que mecanismos de juego bien diseñados pueden fomentar un compromiso sostenido, similar al que se busca en contextos educativos.
El análisis profundiza en cómo los principios de diseño de videojuegos como narrativas interactivas, estructuras de objetivos y progresión, retroalimentación constante y toma de decisiones ofrecen un marco funcional para el aprendizaje y el desarrollo de competencias. Según el artículo, estos elementos permiten crear entornos inmersivos en los que usuarios o estudiantes se involucran activamente, lo que favorece la motivación, la experimentación, el pensamiento crítico y la creatividad.
Este enfoque no se limita a videojuegos explícitamente educativos. Estudios recientes señalan que títulos comerciales o juegos con mecánicas tradicionales también pueden contribuir al desarrollo de habilidades útiles en contextos educativos o profesionales. Por ejemplo, investigaciones muestran que mediante videojuegos y entornos gamificados es posible fomentar resolución de problemas, colaboración, pensamiento estratégico y alfabetización digital.
Además, el artículo sugiere que la integración de tecnologías emergentes como inteligencia artificial puede potenciar todavía más esta capacidad de los videojuegos como herramientas de aprendizaje. En la conferencia citada por el artículo, se mencionó que combinar IA con mecánicas de diseño permitiría personalizar la experiencia de aprendizaje, atendiendo al ritmo y estilo de cada individuo, lo que podría ser especialmente útil en regiones con carencia de recursos educativos.
