Un zoológico de Leipzig, en Alemania, informó que sacrificó tres crías de tigre siberiano después de que su madre dejara de alimentarlas a los pocos días de haber parido. La tigresa, llamada Yushka, inicialmente atendió a su camada, pero desde dos días tras el nacimiento se desentendió de los cachorros.
La institución justificó la decisión, tomada el sábado 9 de agosto de 2025, indicando que los cachorros estaban debilitándose progresivamente. El veterinario Andreas Bernhard afirmó que el sacrificio fue necesario para evitarles una muerte por inanición.
El director del zoológico, Jörg Junhold, atribuyó el abandono al comportamiento ocasional de madres primerizas en el reino animal, sin causa aparente.
Los tigres siberianos, o tigres del Amur, son los felinos más grandes del mundo y tienen su hábitat en el Lejano Oriente ruso. Esta especie enfrenta peligro de extinción. En julio, otro zoológico alemán en Núremberg sacrificó doce babuinos alegando sobrepoblación en su recinto.
