La presidenta Claudia Sheinbaum reveló esta mañana que hay productores agrícolas que, tras recibir concesiones de agua para riego, la revenden a municipios, generando ingresos de hasta 300 millones de pesos al año.
De acuerdo con la mandataria, esta práctica representa un abuso y un uso indebido del recurso. Sheinbaum cuestionó que esas concesiones, pensadas para producción agrícola, hayan sido aprovechadas durante años para lucrar con el agua, sin beneficiar a quienes realmente la necesitan. “Eso no puede ser… No a los privilegios, sí a la ley y al Estado de derecho”, enfatizó.
En el marco de la discusión de la nueva Ley General de Aguas, la jefa del Ejecutivo señaló que esta venta indiscriminada debe terminar. Según explicó, la reforma pretende restringir la cesión de concesiones a terceros y garantizar que el agua se utilice conforme a su propósito original —el riego agrícola— bajo regulación estatal.
Ante la polémica, las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) anunciaron que se revisarán todos los permisos otorgados en años anteriores y se evaluará cancelar aquellos que no cumplan con los nuevos criterios. El anuncio forma parte de un plan más amplio para evitar el acaparamiento del recurso hídrico en beneficio de unos pocos.
