En una escuela de Japón, durante una actividad reciente, se tomaron varias fotografías para documentar el evento. Al revisar las imágenes, los encargados del evento se sorprendieron al encontrar una fotografía en la que aparece una joven con la cabeza inclinada, un detalle que inicialmente podría parecer un simple error de fotografía.
Sin embargo, al profundizar en los archivos escolares, los maestros notaron que no había ningún estudiante en el registro que coincidiera con la persona que aparecía en la imagen. Ante esta anomalía, los responsables decidieron preguntar a los jóvenes que estaban a los lados de la mujer en la foto. Al hacer la consulta, todos los estudiantes aseguraron que en ese momento no había nadie en ese lugar, ya que la silla en la que aparecía la figura misteriosa estaba dañada y no podía ser utilizada.
La situación rápidamente se convirtió en un tema de conversación en la comunidad escolar, generando sorpresa y especulación entre los estudiantes y docentes. Aún no se han encontrado explicaciones claras sobre la identidad de la figura en la fotografía, lo que ha dejado abierta la posibilidad de que el incidente quede como un misterio sin resolver.
