PACIENTE RECIBE VISITA DE SU PERRA DE APOYO EMOCIONAL TRAS PÉRDIDA GESTACIONAL

Arianna, una mujer de 29 años, enfrentó la pérdida de su bebé a las 23 semanas de embarazo. Durante su estancia hospitalaria, atravesó un proceso de duelo acompañado por ansiedad y recuperación física. En medio de esa situación, solicitó al personal médico que su perra Charli, con quien mantiene un vínculo cercano, pudiera visitarla en el hospital.

Tres días después, el hospital permitió la visita. Al llegar, Charli se acercó directamente a la cama de Arianna. La paciente describió la experiencia como un momento de alivio y calma, señalando que la compañía de su perra tuvo un impacto significativo en su bienestar emocional. La presencia del animal se convirtió en un elemento de contención en medio del proceso de duelo.

El caso ha reabierto el debate sobre el papel de los animales de compañía en entornos clínicos, especialmente en situaciones asociadas a la salud mental. Experiencias como la de Arianna han sido utilizadas por especialistas y defensores para argumentar la inclusión de animales de apoyo emocional como parte complementaria en ciertos protocolos hospitalarios.

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