En un lanzamiento cinematográfico del año pasado, “El Exorcista: Creyentes”, producido por Blumhouse, ha reavivado la icónica franquicia con la introducción de posesión demoniaca en dos jóvenes, generando incertidumbre sobre si se trata de un solo demonio o de entidades distintas. La película se presenta como la primera entrega de una trilogía planeada que busca modernizar el clásico de terror de 1973.
El filme incluye a una joven que intenta emular a Regan, el personaje central de la película original, aunque la representación no alcanza la intensidad y el detalle del personaje clásico. Por otro lado, la inclusión de una joven afrodescendiente aporta una nueva dimensión a la narrativa, sugiriendo que su personaje podría ser central en futuras secuelas.
Uno de los aspectos destacados es la integración de diversas culturas, ritos y creencias, reflejando la universalidad del concepto del mal en diferentes civilizaciones. Sin embargo, la película parece haber perdido la oportunidad de profundizar en el terror psicológico que caracterizó a la obra original, al no desarrollar adecuadamente el potencial de los demonios para revelar los secretos oscuros de los personajes.
Esta nueva entrega busca no solo revivir el legado de su predecesora, sino también expandirlo introduciendo nuevos elementos y personajes, con la promesa de explorar más a fondo estos temas en las próximas secuelas.