A casi un mes de un presunto ataque con jeringa en las instalaciones del Metro de la Ciudad de México, familiares de la menor afectada señalan omisiones por parte de las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo. Rosario, abuela de la joven, relató los hechos y criticó la falta de atención institucional tras el incidente.
De acuerdo con su testimonio, el hecho ocurrió cuando la menor regresaba de la escuela el pasado mes. Al ingresar a la estación Bellas Artes, no logró abordar el vagón exclusivo para mujeres debido al alto flujo de personas, por lo que se dirigió al vagón mixto. “Había mucha gente. Al entrar, alguien le picó en la espalda baja”, señaló Rosario.
La joven comenzó a experimentar síntomas como desorientación y náuseas. Al llegar a la estación Nativitas, una mujer se le acercó y le expresó preocupación por su estado. Posteriormente, la siguió hasta la estación Ermita, momento en el que la menor se comunicó con su familia para informar lo sucedido.
Tras pedir apoyo a dos elementos de la Policía Auxiliar, fue atendida por el grupo de seguridad conocido como “Escorpión”. Según la denuncia, los agentes únicamente recomendaron llevarla a casa, hidratarla y evitar que durmiera. La familia también reportó que el jefe de estación intentó desalojarlas con el argumento de que el evento no se había producido en esa ubicación.
Fue hasta el día siguiente, en el módulo Punto Violeta, que la menor recibió atención médica. Rosario indicó que los estudios practicados arrojaron un resultado positivo a un derivado de cannabis.
Han transcurrido 26 días desde los hechos y, hasta el momento, ni el director del Metro ni otros funcionarios del STC han proporcionado información o seguimiento al caso.