Por César Ávila
No es un secreto que las prácticas de Electronic Arts van más allá de lo cuestionable. Durante los últimos años, la empresa ha sido objeto de críticas por la monetización extrema de algunos de sus juegos, la sobreexplotación de sus franquicias que más generan ingresos, o matar a sus estudios y franquicias que no resultaron ser tan exitosos como se esperaba.
Estas prácticas se encontraban en su punto más alto a mediados de la década pasada, cuando el estudio sueco DICE, desarrolló y lanzó Star Wars Battlefront, un remake del videojuego desarrollado por Pandemic Studios en 2005, que consiste en campos de batalla inmensos, donde los jugadores encarnan a las diversas facciones del universo de Star Wars. Este videojuego fue criticado en su momento por no poseer una campaña, y por tener un sistema de recompensas que incitaba a los jugadores a gastar dinero real, pues se debían invertir demasiadas horas de juego para desbloquear recompensas, ya fueren personajes, o cosméticos.
Es bien sabido que esta primera entrega fue un desastre, lo cual fue alimentado con la noticia de que se seguía vendiendo el pase de batalla de esta, cuando ya llegaba su secuela, la cual sufriría de un destino similar; sólo que, a diferencia del primer juego, aquí sí había una campaña.
Digital Illusions es un estudio que ha sabido desempeñarse con maestría a la hora de transmitir una buena sensación de disparos y movimiento en sus juegos, tenemos ejemplos como Battlefield: Bad Company, incluso Battlefield 4; en esta segunda entrega no fue la excepción, sobre todo al ser apoyada por estudios del calibre de Criterion Games (Burnout), y Motive Studios (Star Wars: Squadrons). Por esa parte, Star Wars Battlefront II sabe destacar, sobre todo por presentar un modo historia, el cual es indispensable si se va a hacer un juego sobre una propiedad intelectual como Star Wars.
Al lanzarse el videojuego, como se dijo antes, sufrió los mismos problemas que su primera entrega, y siempre relacionados con el tema del sistema de progresión, y la monetización. Sumado a problemas de balance, pues algunos héroes eran mucho más poderosos que otros. Esto llegó a oídos de Disney, dueños de la propiedad, quienes exigieron a Electronic Arts a arreglar el juego para que la franquicia no resultara dañada por sus prácticas.
Con el paso del tiempo, y con varias actualizaciones, el juego actualmente se encuentra en un estado muy superior al que estaba en sus inicios; pues con el lanzamiento de la Edición de Celebración, que contenía varios cosméticos, arreglos en el sistema de balanceo, y reducido casi por completo la monetización, nos encontramos con un juego que ya es disfrutable, incluso con la característica de la pantalla dividida, es un juego que, se podría decir, ha encontrado su redención, a pesar de que Electronic Arts ha decidido no implementar la característica de cross-play, esta segunda entrega ha sabido encontrar su lugar como un producto digno de una franquicia como Star Wars, y que personalmente, me acercó a ver varias películas de la misma.