Un incendio de gran magnitud arrasó con un edificio residencial en el distrito Tai Po de Hong Kong, provocando al menos 14 muertes y múltiples personas atrapadas, según el reporte de bomberos y medios locales. El fuego se propagó rápidamente por varios pisos, lo que complicó las labores de rescate en un entorno urbano densamente poblado.
Equipos de emergencia desplegaron operativos de rescate, evacuación y atención médica, mientras autoridades declararon zona de desastre el área afectada. Se abrió una investigación para determinar las causas del incendio, así como las responsabilidades correspondientes, en un contexto donde la infraestructura residencial de la ciudad es objeto de exigencias crecientes de mantenimiento y seguridad.
La tragedia generó reacciones en la opinión pública local y regional, con llamados a revisar normas de construcción, mecanismos de prevención contra incendios y políticas habitacionales. Expertos señalaron la necesidad de reforzar inspecciones periódicas en edificios antiguos para evitar sucesos similares, especialmente en áreas densas y con población vulnerable.
