El número de fallecidos por el incendio en el complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po (Nuevos Territorios), ascendió a 128 el 28 de noviembre de 2025, según informó el secretario de Seguridad de Hong Kong, Chris Tang Ping-keung. Además, 79 personas resultaron heridas, diez de ellas en estado crítico, y cerca de 200 permanecen desaparecidas, con 89 cuerpos aún sin identificar.
El fuego comenzó el 26 de noviembre a las 14:51 hora local en la planta baja del bloque Wang Cheong House y se propagó rápidamente a siete de las ocho torres del complejo, construido en 1984 y habitado por aproximadamente 4.600 residentes, muchos de ellos mayores de 65 años. Los bomberos tardaron más de 30 horas en controlar las llamas, con participación de 767 efectivos y 128 vehículos de extinción.
Las autoridades atribuyen la rápida extensión del incendio a los andamios de bambú cubiertos con redes y a planchas aislantes de poliestireno instaladas en las fachadas durante obras de renovación iniciadas en julio de 2024. El director del Servicio de Bomberos, Andy Yeung Yan-kin, confirmó que el sistema de alarmas no funcionó en ninguno de los bloques y que un guardia de seguridad alertó manualmente a los residentes.
Durante la jornada del 28 de noviembre fueron detenidas ocho personas relacionadas con las empresas contratistas. La Comisión Independiente contra la Corrupción (ICAC) arrestó a dos directores, dos jefes de obra, tres subcontratistas de andamiaje y un intermediario de la firma Will Power Architects. Horas antes, la policía había detenido a dos directores y un ingeniero de Prestige Construction & Engineering por presunto homicidio involuntario.
Entre las víctimas mortales se encuentra el bombero Ho Wai-ho, de 37 años, fallecido durante las labores de rescate. El presidente chino, Xi Jinping, transmitió condolencias y ordenó movilizar todos los recursos necesarios. Más de 900 evacuados fueron trasladados a refugios temporales y seis escuelas de la zona permanecieron cerradas.
La investigación policial y de la ICAC se centra en posibles irregularidades en la contratación, uso de materiales inflamables y fallos en los protocolos de seguridad. El gobierno de Hong Kong anunció que revisará la normativa sobre andamios de bambú y los sistemas de detección de incendios en edificios antiguos.
