El 11 de marzo de 1955, falleció Alexander Fleming, el célebre científico británico que descubrió la penicilina, el primer antibiótico conocido, un hallazgo que transformó la medicina moderna y salvó millones de vidas. A los 73 años, Fleming dejó un legado imborrable en la historia de la ciencia, tras haber realizado su descubrimiento en 1928, cuando accidentalmente identificó las propiedades antibacterianas del hongo Penicillium notatum.
Su investigación revolucionó el tratamiento de infecciones bacterianas, convirtiéndose en un hito en el desarrollo de la medicina y contribuyendo a la creación de antibióticos que, desde entonces, han sido cruciales en la lucha contra diversas enfermedades. Por su hallazgo, Fleming recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1945, junto con Howard Florey y Sir Norman Heatley, quienes colaboraron en la producción masiva de penicilina.
El legado de Fleming sigue vivo en la medicina actual, donde los antibióticos continúan siendo fundamentales para el tratamiento de infecciones. Su trabajo marcó un antes y un después en la historia de la ciencia y la salud pública.
Fuente: Biografía de Alexander Fleming, Premio Nobel de Medicina, 1955.